lunes, 23 de septiembre de 2013

No se si fue estupidez... YamaChii


Titulo: No sé si fue estupidez
Pareja: YamadaXChinen (YamaChii)
Autora: Alex Park
Extensión: One Shot
Genero: Humor al AlexStyle (?)

Nota: Dedicado a Marifer Chan y Ary chan que son igual de fans del YamaChii que yo TuT!!! ♥ Arigatou~

Dozo~~~ 

No sé si fue estupidez, urgencia, atracción sexual o lo que la gente llama “amor” cosa que no entra en mi vocabulario, pero con un terrible dolor de cabeza y mis pantalones en una esquina de la habitación completamente desconocida, me encuentro a mi mismo en una cama, muy suavecita por cierto... y ahora que mis ojos lograron acostumbrarse a la poca luz, con un cubre camas hermoso de color vino, cabe destacar.
Dejándome de cosas, lo único que realmente sé – o puede mi mente digerir en este instante de poca lucidez- es que tengo la rara sensación de hormigueo en el estomago y necesito urgentemente un baño.

Me levanto de aquella cama y buscó el baño, que gracias a Dios está justo frente a mis narices, las cuales si no sostengo la pared, tendrán un saludo forzoso con el suelo.
Bendito sea el retrete salvador de la alfombra; porque no es que haya ido al baño precisamente a lavarme los dientes o la cara, aunque bueno, eso hago en este momento.
Veo mi reflejo; cabello despeinado, maquillaje del concierto corrido – odio eso- ojeras al por mayor, unas muy…. MUY marcadas ojeras.

Dios, qué horror de hombre, no recuerdo haberme visto tan terrible alguna vez…. Ok el retrete me llama de nuevo.

Seguro de que ya no necesito al señor trono, y de volverme a enjuagar la boca, de paso peinándome un poco a como Dios me dio a entender, ahora si salgo.

Y  ¡oh! Grande fue mi sorpresa al ver al muchacho con el que –más que obvio- que acosté ayer.
No… no soy un puto, solo que el alcohol + amigos con novias y novios cabe destacar + alcohol + alcohol + alcohol, definitivamente no son una buena combinación.
Menos cuando estás enfadado porque te dejaron morir y tienes muchas ganas de divertirte.
No, definitivamente no soy un puto… solo fui víctima de las circunstancias.

-          ¿Quién eres? – o si, supongo que es lógico que el muchacho en cuestión me saque de mis cavilaciones con una pregunta tan normal – porque claro, cualquier desea saber mínimo el nombre de quien durmió contigo ¿NO?
-          Chinen Yuuri ¿tú cómo te llamas? –
-          Yamada Ryosuke – oh, lindo nombre, y el también es lindo… vaya, vaya, lo bueno es saber que tengo malos ratos pero no malos gustos.
-          Bueno… ¿cuánto te debo? – sus ojo… ¿¡QUE?!
-          ¿Perdón?, ¿Qué dijiste?
-          Si… cuanto te debo, porque… te acostaste conmigo… sin saber quién soy, aunque sinceramente no sé cómo llegamos aquí pero, mejor dime, cuánto te debo.

¿Se imaginarán que mi cara es un poema verdad?, pues NO, no es un poema, ya que ningún poema tiene como tema el entrecejo fruncido y ganas enormes de asesinar al tipo sexy y estúpido frente a mí.
Pero tranquilos, mi locura no llega a tanto.

-          ¡Eres un idiota! – pero si lo suficiente para gritarle y querer salir inmediatamente por la puerta pero…
-          -Oye….
-          -¡¿QUE?! – volteo fulminándolo con la mirada.
-          -No creo que sea buena idea que salgas – dice sentándose de “chinito” en la cama, recargando su cara en uno de su brazos.
-          -¡¿POR QUE?! – no me contesta, solo veo su mirada bajar, lo que – como buena persona curiosa que soy – también hago yo y…
-          -Ten -  mi cara sonrojada es tapada por mi pantalón.
-          -Creo que ya te diste cuenta del porque – su voz… su voz acaba de formar parte de mis lista negra de “cosas que odio del mundo”; la cual no es larga solo está el perro de mi vecina, mi compañero de trabajo fastidioso, el tomate y ahora, si, ahora su voz que lucha por el primer puesto.

Decidí no contestarle, sonrojado "like a girl", como estaba me puse los pantalones y me largué azotando la puesta.
Pero ¿saben que es lo más odioso? El escuchar su carcajada a pulmón abierto detrás de la 
puerta.

¡HORRIBLE! Argg!...

Llegué a mi casa después de haberme perdido como 3 malditas horas y es que… ¡el muy maldito me llevó a un lugar que yo no conocía!, bueno… aunque el cómo podría saber eso…

¡PERO SIGUE SIENDO SU CULPA!

El punto es que estuve 3 horas perdido y llegué a casa justo a tiempo para bañarme, almorzar e irme a trabajar.

De nuevo a la rutina; la cual me va a pesar más ya que solo a mí se me ocurre irme de fiesta con mis amigos los cuales están de vacaciones escolares en domingo….

Sí, que inteligente Chinen…

Llegando al restaurante,  agradezco que mi jefe sea muy flojo y nunca abra la tienda a la hora que debería, dándonos a los empleados 30 minutos de retraso lindamente pagados.

Si… amo al flojo de mi jefe Takaki ~.

Entro por la puerta trasera, topándome con mi compañero acosador –suerte aún no te vayas de mi lado!… - el cual está… ¿Guardando sus cosas?

-        -  Hola niño bonito, te tengo una triste noticia ~ - dice suspirando tomándome de mis cachetotes, aplastándolos… como siempre lo hace.
-       
        -  Desde hoy no trabajaré contigo, ya que me iré a estudiar a Alemania en una semana y tengo que prepararme, ¿pero sabes qué? Te adoro niño bonito y nunca ¡Nunca te olvidaré! – me abraza, y por primera vez en lo que llevo conociéndolo, se lo agradezco, así no puede ver la sonrisa de completa felicidad que su partida me causa – y no, no soy un maldito como sé están pensando, y él es buena gente, pero… como pueden ver, demasiado empalagamiento es… es….
-         
        - ¡ESPERA! – acabo de caer en cuenta de algo…- Entonces… ¿tendré que atender yo solo hoy Hikaru kun?-
-      
        -  ¡Claro que no puchungito! – ven lo que les digo…  - un amigo mío estaba buscando trabajo mientras está de vacaciones, así que él me cubrirá esta temporada y luego Takaki kun buscará otra persona.
-      
       -  ¡Oh! ¡Ok! ¡Perfecto! ¡Ten buen viaje! – y si… huyo antes de que vuelva a darle un ataque de tristeza por su partida.

Mejor prevenir que lamentar.

Dejo mis cosas en el casillero y me pongo el uniforme, un pantalón negro entubado, zapatillas negras y una camisa tipo polo negra con detalles blancos, con el nombre del restaurante bordado “Delicious”.

Un dato extra es que este restaurante es conocido por sus deliciosos postres, hechos exclusivamente por las manos del jefe – otro punto a su favor – quien es el chef principal del restaurante.

       - ¡Yuuri chan! Sal de ahí te presentare a tu nuevo compañero – hablando del rey de roma, termino de guardar mis cosas y salgo, viendo a un joven no muy alto, de cabello liso, algo largo color cafe, delgado y de piel tostada, está de espaldas, así que no puedo decir si es guapo o no. Volteo a ver a mi jefe y carraspeo para que se dé cuenta que aquí estoy.

-          - ¡Oh¡ ¡mi niño! – si… otro que me habla como si de una niña chiquita se tratase, pero insisto, es mi jefe y el es amor ~ - mira te presento a tu nuevo compañero – me toma de los hombros y me acerca al joven que voltea y… y…
-          
           -¡¿TU?! – grito, los clientes me miran raro, gracias a Dios ya todos me conocen aquí que si no, hubieran creído todo menos que fue un grito de sorpresa…
-          Hola de nuevo… - ¡JA! ¡Que simple!, ¡descarado!, primero se acuesta conmigo - bueno… eso no fue totalmente su culpa pero – ¡ME LLAMO PUTO! y me saluda tan normalmente tan tan….
-          
           -¡Oh! ¿Se conocen? ¡Me alegro! ¡Entonces ahorrémonos las presentaciones y a trabajar! – mi jefe se va sonriente a la cocina y yo… yo sigo de piedra, mientras el idiota ese empieza con su trabajo.
-          
          -¿Qué? ¿Piensas quedarte ahí pasaro todo el día Yuuri chan~? –

Idiota… doblemente idiota, no, cual doble, ¡TRIPLEMENTE idiota!.

Después de hacer mi berrinche mental, me puse a trabajar, aquí soy conocido por ser alegre y servicial, pero también tener mi carácter para correr a los “clientes” que vienen a molestar a las estudiantes de secundaria en las tardes; cosa que parece me va ahorrar Yama-Emo alias estúpido descarado, grosero cachetes de globo.

Contrario a lo que pensaba, el día fue tranquilo y terminó rápido, siendo las 10 de la noche, acomodaba mi bolso, buscando la dichosa tarjeta del camión para poderme ir a casa.

-       -   Hey… - oigo la voz que ocupa el primer lugar en mi lista negra, pero la ignoro olímpicamente y sigo buscando la maldita tarjeta.
-       
        -  Oye… - siento como pica mi brazo… ¡Dios! No pensé que fuera tan niño.
-          ¡¿Qué?! – le lazo mi mejor mirada de “te odio” de mi repertorio, pero solo veo su cara seria y en su mano derecha… mi tarjeta del camión.
-          Se te cayó del bolso, baka – ¡¿y este quién se cree?!, bueno, mejor tomo la tarjeta lo vuelvo a ignorar y me largo a la parada.

Mi plan era perfecto, excepto por el hecho de que al intentar tomar mi tarjeta, el muy desgraciado la puso fuera de mi alcance, o sea… a la altura de su cabeza.

Maldita sea mi baja estatura…

-       -   ¡Dámela! – me estiro y brinco pero nada, ¡arg!¡!que frustrante!.
-       -   Tranquilo… te la daré, pero primero acompáñame – dice para luego jalarme a quien sabe dónde, pero yo opongo resistencia-
-         
        - ¡HEY! ¡¡TU, PERVERTIDO, SUELTAME!! – grito y me suelta, colocando su cara a la altura de la mía.
-      
        -   Si fuera un pervertido, no te hubiera dejado salir de mi departamento anoche, Baka-Chii– ok, tiene un punto y yo me he ganado un sonrojo.
-       
        -   ¿A dónde me OBLIGAS  a ir? – comienzo a caminar junto a él – no… no es lo que creen, el problema aquí es que realmente necesito esa tarjeta –
-      
        -   Aquí – lo miro extrañado y luego veo la heladería frente a nosotros… oh, esta heladería es especial. Esta heladería era con la que venía con mi hermana mayor desde éramos niños hasta antes de que se fuera a estudiar al extranjero.

No fue mala idea acompañarlo después de todo…

Pedimos nuestros helados, bueno… el maldito pidió por mí y  extrañamente le atinó a mi sabor preferido, nos sentamos en la misma mesa que yo me sentaba con mi hermana; elección mía por supuesto,  y cuando trajeron los helados nos dedicamos a comer en silencio.

Un silencio sepulcral que estaba por agotarme la paciencia… Odio el silencio.

-      -    Yo venía aquí cuando era niño y ¿Sabes Chinen? – ¡Gracias! Yamada hizo algo bueno en contra del silencio… ok mejor pongo atención, no vaya ser que no escuche alguna cosa rara… - yo estaba aquí todos los días, ya que mi padre es dueño de esta tienda y me hacia ayudarle en la bodega. Mi momento favorito del día, era cuando dos hermanos venían a comer sus helados, eran demasiado ruidosos y la voz del niño llegaba un punto en el que era hartante – fue ahí donde tosí mi helado… que mi voz ¿Qué?... si, ya di por sentado que habla de mi hermana y de mi – no es que me haya dado cuenta por lo de la voz…-
-         - ¿Estás bien? –
-         
          -  Si, si, continua –
-         
          - Bueno… el punto es que, cuando empezamos a crecer ese niño de voz irritante – yo lo mato…- creció y su voz dejó de ser tan chillona y él pues… bueno, él seguía siendo ruidoso, - ok si lo mato – pero me agradaba, pero dejó de venir… masomenos hace un año pero nunca pude olvidar, ni lo ruidoso que era, ni su vocesita, ni el hecho de que fue el primer niño que me gustó y realmente me gustó mucho.
-        
          -  ¡CREO! Que es muy tarde ya ¿no crees?, es mejor irnos – le digo robando mi tarjeta y saliendo – si… si lo esperé – de la heladería.

Caminamos en silencio hasta mi parada, lo sentía pensativo y serio, mientras que yo estaba hecho un manojo de nervios. Claro que me acordaba del mocoso de la mirada rara, pero…

-         - Ya viene tu camión Chinen… - dice Yamada bajito y yo salgo de mis cavilaciones.
-         
          - Bueno… -

Hago la parada y el camión hace lo suyo, subo un pie pero…
-       -   ¿Qué pasó?, porque te regre… - y lo callé, ¡si! Como en las novelas esas de amor cursis y empalagosas, le di un beso, pero no crean, que si di mi espectáculo a los que estaban en el camión… ¡y bien que él me correspondió eh!
-       
        -   ¡Hasta mañana! – y ahora sí, me subí al camión, donde… todos me aplaudieron como si de escena de cuento se tratara… que vergüenza en serio…
Me siento hasta mero atrás en la ventana y lo veo despedirme con la mano, yo sonrío.

¡Y no me pregunten por qué hice eso!, ¡yo tampoco lo sé!.

Tal vez fue impulso, tal vez fue estupidez, tal vez fue urgencia o tensión sexual o tal vez…

Solo tal vez… esa cosa llamada “Amor” entre a mi vocabulario…




Nunca sabes donde esa cosa tan irracional llamada amor te tocará, puede ser una persona nueva, o alguien que estuvo contigo pero nunca habían cruzado caminos.
Alex Park

2 comentarios:

  1. Te dije que el YamaChii es terrible fluff XDD pero la historia estuvo linda~ Si igual me sacó sonrisas jajajaja
    Ahora escribe algo mas crudo xD chicos malotes(?)

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  2. me encanto , el yamachii estodo amorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr para mi y para muchas q amamos el yamachii , me encantan tus fics bye.

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Con un "gracias" es suficiente :D