lunes, 3 de febrero de 2014

Casualidades (Tu&Jump) One Shot

Autora: Alejandra Park
Titulo: Casualidades
Pareja: Tu y tu Jump
Genero: Comedia, Romance
Extensión: One Shot
Nota: Es puro dialogo~


-Nee~ ¿Como que no vendrás?! - le digo a la persona del otro lado de mi celular con tono de enfado, ¡odio que me dejen plantada!

-   Perdón,  Perdón es que mis padres llegaron de improviso a mi casa y no podré escaparme     - me explica apenado, doy un suspiro de resignación, ya que el no tiene la culpa pero...

-¡Tonto! por ti me he quedado aquí mas de una hora! Tetsuya idiota - le reprocho e inflo mis mejillas - ¡Ahora tendré que irme a cenar sola!

-   En serio lo siento pequeña, prometo invitarte a comer la próxima vez al lugar que quieras      - me dice para tranquilizarme pero ahh! que estrés, ¡Tetsuya abusa de nuestra amistad!, de verdad abusa.

-A comer y a cenar Tetsuya!  - le digo...exijo más que nada.

-Sí, si ~ bueno ya tengo que colgar

-Está bien, pero que no se te olvide Tetsuya ¡Me la debes! - le digo para luego colgar.

-Ah! esto solo me pasa a mi - camino pisando rápido, fuerte y rígida por el coraje, pero por andar haciendo berrinche no estoy si la súper roca frente a mí y caigo de narices al suelo.

-¡Duele! - me quejo sobándome mi pobre nariz que con todo y haber puesto las manos me lastimé.

     -Oye ~ ¿Estás bien? - me siento en el piso y al ver quien me hablaba me di cuenta que era      un chico, se me hacia conocido pero no le tomé importancia.

-Realmente, ¿Estás bien? - me vuelve a preguntar hincándose quedándose a mi altura.

-¿He? a si, estoy bien - le digo y quito mi mano de mi rostro y veo como el abre sus ojos desmesuradamente.

-He~, ¿Qué pasa? -ahora soy yo la que pregunta, es como si hubiera visto...

-¡tu nariz sangra! - grita alterado.

-¿Qué? ¡Que! ¡¡kyaaa sangre!! - con solo nombrar la sangre empiezo a sentirme mareada y luego... 

-¡¡aah!! ¡no te desmayes! - fue lo único que alcancé a escuchar antes de realmente caer inconsciente.

-¡Ouch! mi cabeza - digo abriendo los ojos, ¿Qué rayos me pasó?

-Claro que te duele, caíste desmayada - me dice el mismo chico de antes quien sostiene un abanico improvisado en su mano.

-Y ahora.. ¿Dónde estoy ~ - digo mientras asimilo la situación, y al ver sigo en el parque pero acostada en una banca, aunque siento mi cabeza en un lugar muy cómodo... y ahí caigo en la cuenta.
-AHH! - grito levantándome rápidamente de donde estaba, sentándome en la esquina de la banca con un gran sonrojo en el rostro.

-¿Porque estaba recostada en tus piernas?! - pregunto alterada con mi sonrojo aumentando.

-Porque era la única forma en tener tu cabeza en un lugar blando, cómodo y yo poder intentar despertarte con más eficacia - me explica tranquilo pero con un ligero sonrojo por la situación, si él ligero y yo como un tomate, creo que eso no es justo.

-Oww -me mareé un poco, no debí hacer ese movimiento tan brusco, tonta yo ¡me duele!.

-¡no debiste de moverte así! - me dice/¡regaña! acercándose, tomando mi barbilla y soplando suavemente hacia mi rostro... se siente bien.

-¿Mejor? - me pregunta con una sonrisa, que linda sonrisa...

-Si - contesto simplemente, sonrojada.

-Perfecto, eso me hacia mi mama cada vez que me mareaba y hacia que me tranquilizara al instante. ¿Funciona bien verdad? - me cuenta animado, vaya que chico tan energético.

-je~ si, es realmente bueno- le digo y sonrío ampliamente.

-Oye ~ cuando te desmayaste y te traje aquí te puse la cabeza un poco hacia atrás y así de paró el sangrado nasal - me explica el chico detenidamente y yo solo asiento con la cabeza.

-Hace frio - digo de repente parándole la explicación. ¡No! no es que sea quejita, es que realmente hace frio cuando está muy entrada la noche.

-El chico se me queda mirando y suelta una ligera carcajada.

-¿De qué te ríes? - le reprocho e inflo mis mejillas.

-jaja Perdón es que... eres realmente una chica rara! - ohh acaba de decirme rara.

-¡ah! pues perdóname por ser rara - le digo indignada y me volteo dándole la espalda, pero me entra una corriente de frio que me hizo temblar.

-jeje, lo dije en un buen sentido, no eres como las demás niñas, tienes un toque especial. - su comentario me hace sonrojar de nuevo.

-Toma- me muestra la sudadera negra que traía él puesta.

-¿He? pero ¿y tú? - le pregunto sin tomar la sudadera

-No te preocupes por mí, estaré bien el frio no me molesta- me dice y vuelve a sonreír, yo sonrió de vuelta y tomo la sudadera poniéndomela al instante.

-Bueno ahora espera aquí, iré por té caliente a la maquina no tardo - yo solo asiento con la cabeza y el se va. Realmente es un chico amable, aunque el también es raro no debería quejarse de mi.

-Aquí está - me saca de mis pensamientos dándome una lata de té, ¡ah! realmente reconforta el calor que desprende.

Volteo a ver al chico y veo que tiembla ligeramente, con pena me acerco hasta queda pegada a él y con mis manos cubiertas por las mangas empiezo a frotar sus brazos y tomo sus manos exhalando aire caliente para hacerlo entrar en calor.

-Gracias- me dice sonrojado por mis acciones y yo solo le devuelvo el gesto. Al terminarnos el té, decidimos que era hora de que ambos nos marcharamos.

-Bueno... hasta luego - me dice, pero antes de que se fuera lo tomo del brazo. Me acerco rápido a el dándole un pequeño beso cerca de la comisura del labio, me separo sonrojada y lo suelto.

-Gracias... gracias por todo, este... - caigo en la cuenta que no se su nombre, ya que nunca se nos ocurrió presentarnos con todo el jaleo que arme.

-Mi nombre es secreto y tu eres... - me contesta sonriéndome y yo me sonrojo aun más.

-El mío también lo es, entonces, muchas gracias por todo - hago una reverencia y doy media vuelta para irme.

-¡Hey! - volteo y solo siento como me planta un beso en los labios, puedo asegurar que estoy como un tomate, se separa rápidamente y corre, ya a unos metros voltea y me grita.

-¡Quiero volver a verte!, si aceptas, te diré mi nombre- me dice en voz alta por la distancia.

-¡Si! - le contesto de inmediato sonriendo aun sonrojada y muy feliz. Veo que sonríe dando vuelta yéndose corriendo.

Bueno, parece que no es tan malo que tu mejor amigo te deje plantada.

Ese fue mi último pensamiento antes de también irme a mi casa, sonriendo y esperando a que fuera mañana en la noche, para venir a este parque... para verlo a él.



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